Hola a todos. Veo que os gustó mi primer post de ayer, lo que me hace muy feliz y arder en deseos de volver a escribir hoy. Como todos sabemos, soy escritor, así que lo llevo en la sangre.
Hoy quiero presentarles a Isabelle Lucardie… En el libro es más que un personaje; es el corazón palpitante de nuestra historia, o mejor dicho… su historia.
Acompáñame mientras desvelamos la esencia de Isabelle y descubrimos la importancia del papel que desempeña en este viaje. ¿Estás listo para conocerla?
¡¡¡Vamos a saltar!!!
He buscado entre las páginas de mi libro la mejor descripción de Isabelle, para que todos podáis imaginárosla. La que probablemente sea la más acertada es la que le da Nick, la primera vez que pone los ojos en ella. Esto es lo que pensaba…
La miró y se quedó helado. Era impresionante. No recordaba haber visto nunca a una mujer más guapa que ella… ¿o era el alcohol que le estaba jugando una mala pasada?… ¿y qué hacía una mujer así en un club de striptease? Jordan lo miraba esperando una respuesta y él no podía decir ni una palabra. Oh, sí, era guapa. Su largo pelo rubio, liso y sedoso, le caía sobre los hombros desnudos. Sus ojos eran oscuros y brillantes… le miraban fijamente… ¡guau! «¿Cómo te llamas, amor?». Volvió a preguntar y sonrió, mostrando sus dientes blancos y perfectos. Jordan medía 1,70 y pesaba unos 75 kilos, todo ello en un conjunto increíblemente fino y, al mismo tiempo, muy sexy. Sus piernas eran más largas que las de la mayoría de las modelos que Nick había visto en Nueva York. Sus pechos eran perfectos, no demasiado grandes, pero tampoco demasiado pequeños. Todo natural y envuelto en una piel impecable. Nick estaba perdido. La chica que tenía delante era impresionante. Apenas llevaba maquillaje, algo muy poco habitual en un lugar como éste. Sus grandes ojos marrones le miraban directamente, con una mirada de asombro, como si se preguntara: «¿Qué le pasa a este hombre?». Él sólo quería tocarla, asegurarse de que era real. Antes de que pudiera hacer nada, ella se dio la vuelta y se alejó. Era tan elegante, casi irreal. ¿Qué hacía esa mujer aquí y de dónde había salido? ¿Cómo se llamaba? Todas estas preguntas bullían en su mente. Tenía que hacer algo. Tenía que encontrarla de nuevo, hablar con ella.
Y esto es lo que encontré sobre la forma en que Isabelle se ve a sí misma
Jordan se dio la vuelta y miró su reflejo en el espejo. Miró a la joven que la observaba fijamente. Era
¡a veces cuesta creer que fuera ella! Iba vestida con un chándal rosa bebé que había comprado en ‘Express’ un
hace una semana. Llevaba el pelo recogido en una coleta apretada en la nuca. No llevaba maquillaje, aparte de su brillante brillo de labios.
«Parece que tengo 16 años». Había cumplido 26 años en febrero: «No es que me queje por ello». Se rió.
«¡Vamos sexy, salgamos de aquí y pongámonos a rockear!»
Y eso, queridos amigos, es sólo un anticipo del mundo de Isabelle. La aventura no ha hecho más que empezar, así que quédate conmigo para ver más giros e historias divertidas. Mañana promete aún más emoción… ENCUENTRO CON NICKOLAS WALTERS